TobiasTobias es Asesor de Incidencia de Género, originario de Uganda y actualmente trabaja con la Foundasaun Esperansa Enclave Oecusse en Timor-Leste.

¿Cuál es tu formación/experiencia de trabajo?

Antes de vincularme a Progressio, trabajé en Papúa Nueva Guinea en asuntos relacionados con incidencia de género y participación económica, apoyando a grupos de autoayuda de mujeres marginadas que viven con VIH en zonas urbanas y rurales. Mi trabajo involucraba el fortalecimiento de capacidades y la tutoría a grupos de autoayuda de mujeres para hacer cabildeo ante los formuladores de políticas a nivel local y nacional con el fin de promover una política equitativa, que permita su mayor participación socio-económica. En Uganda, trabajé en el Ministerio de Trabajo y Servicios Sociales como Asesor de Incidencia de Genero.

¿Qué te inspiró a postular a una vacante de cooperante con Progressio?

Empecé a oír hablar de Progressio en mayo de 2009 a través de uno de los cooperantes en Uganda. De inmediato me interesó el modelo de Progressio, que utiliza la incidencia como vehículo de desarrollo. Siempre me inspiró hacer una diferencia en las vidas de otras personas. Trabajar con Progressio me ha dado la oportunidad de compartir mis conocimientos y habilidades con las organizaciones contraparte, así como también de empoderar a los más marginados. A veces el cambio es pequeño, pero crea el espacio para que vengan grandes cosas. He aprendido mucho a través de este proceso. Ha sido muy gratificante.

¿Qué es lo primero que recuerdas de tu llegada al país de tu convenio?

Cuando aterricé en Dili, capital de Timor-Leste, me di cuenta de que el paisaje tenía muchas similitudes con Madang, donde realicé mi primer convenio de cooperación en Papúa Nueva Guinea. Me sentí como en casa y me fui a aventurar en mi pasatiempo favorito, la natación. Después de un mes de inducción me vinculé a mi organización contraparte en Oecusse. Oecusse es un enclave rodeado por Indonesia. La gente es amable y el lugar es encantador y tranquilo. La ciudad Pante Macassar tiene los elementos esenciales de la vida diaria. También ocasionalmente visito Dili.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

Disfruto las visitas de campo a nuestros clientes (de los grupos de autoayuda) en sus hogares. Me encanta ver cómo las pequeñas iniciativas se convierten en grandes aventuras para mejorar la vida rural. Me gusta ver a las comunidades apropiándose e incorporando nuevas ideas a su forma de vida. Realmente me gusta ver que los programas y la capacidad del personal se fortalecen. En estas visitas, se puede medir el progreso y el impacto de los diferentes proyectos que implementamos. Luego, cuando me doy cuenta de que parte de este desarrollo se debió a mi inspiración, me lleno de alegría.

¿Cuál ha sido el momento más emocionante hasta ahora?

Empoderar a hombres y mujeres a través de técnicas de incidencia y habilidades, así como crear un ambiente de conciencia crítica. Luego, con esta conciencia, los grupos de mujeres son capaces de identificar los problemas políticos, sociales y económicos que las mantienen marginadas. Entonces, son capaces de exigir que sus derechos sean reconocidos y se sienten preparadas para cambiar las cosas a través de mecanismos de participación.

¿Y la lección más importante?

Que de cosas pequeñas, surgen cosas grandes. He visto a nuevos miembros de los grupos de auto-ayuda dar pequeños pasos en la obtención de habilidades en lectura, escritura, liderazgo y, literalmente, cambiando sus vidas y comunidades. Están empoderados y han ganado la confianza necesaria para tomar acción y también tomar conciencia crítica de sus derechos. Estos miembros toman la actitud de "Sí se puede".

¿Cuál es el cambio más grande que has visto desde que comenzaste tu convenio de cooperación?

He sido testigo de personas adultas siendo empoderadas con habilidades que cambian la vida, como son la alfabetización, la aritmética y la oratoria. Por otra parte, las mujeres marginadas de zonas rurales tienen ahora confianza para hablar y exigir rendición de cuentas y transparencia en los mecanismos de gobierno. También hay una mejor programación con mi organización contrapartes, lo que ha mejorado considerablemente la prestación de servicios a nuestros clientes.

 ¿Cuál es el reto más importante en cuanto a desarrollo que afronta el país y el área en donde trabajas?

 El principal desafío en Oecusse es la infraestructura. Durante la temporada de lluvias, las inundaciones cortaron secciones del sub-distrito. Los viajes para visitar a las organizaciones contraparte son muy difíciles y precarios. Por lo tanto, el trabajo se detiene.

¿Si pudieras cambiar algo, qué sería?

Continuaría fortaleciendo las redes y apoyando a las marginadas a comprometer a los formuladores de política a nivel distrital y nacional en la priorización del género como un vehículo de desarrollo. Seguiría trabajando con las organizaciones contrapartes en la sensibilización y actualización de conocimientos y habilidades a través del fortalecimiento de la capacidad del personal. Además, continuaría destacando las dificultades de las mujeres que viven en zonas rurales en Oecusse. 

¿Qué es lo que más te impacta sobre el modelo de cooperante de Progressio?

El modelo pone en juego las habilidades pertinentes para apoyar a las organizaciones contrapartes y catalizar el proceso de desarrollo mediante el empoderamiento de las comunidades marginadas con el fin de que éstas asuman su papel y participen en asuntos de gobernabilidad.

¿Qué consejo daría a alguien que está considerando postular a una vacante de cooperante?

Progressio te dará la oportunidad de cambiar la vida de los más marginados mientras aprendes por el camino.

¿Dónde te ves a ti mismo una vez que termines tu convenio de cooperante? 

Todavía estoy interesado en seguir contribuyendo al desarrollo de Timor-Leste. Hay muchas áreas en las que puedo apoyar el desarrollo de las capacidades humanas. Todavía hay mucho trabajo por hacer en Timor-Leste y especialmente aquí en Oecusse.