El voluntariado internacional es muy criticado en el periodismo de hoy. Periodistas como Mohamud (2013), Elliot (2013), y Dykins (2014) - quienes han participado en el voluntariado internacional y ahora escriben para la prensa blanca - siempre se enfocan en los defectos y las repercusiones supuestamente negativas de dicha práctica. Recalan la ingenuidad del voluntario occidental, desestiman las intenciones benevolentes y altruistas de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y se burlan de su esfuerzo entorpecedor. 

 Además de lo dicho, su sobreutilización del calambur “volunturismo” en sus artículos – una fusión de voluntariado y turismo –asevera su odio a este campo a la vez que disuade a los lectores de convertirse en voluntarios en el extranjero. Sin embargo, ¿tienen razón estos reporteros o no? A diferencia de sus publicaciones polarizadas y extremamente prejuiciadas, en este artículo examinamos  más minuciosamente los argumentos en pro y en contra del voluntariado internacional antes de brindar una conclusión más imparcial. 

“El volunturismo”, destaca Mohamud (2013) en su último artículo, siempre involucra un grupo de trotamundos idealistas y privilegiados que tienen un estatus socio-económico totalmente diferente vis-à-vis con la gente a la que sirven. Los voluntarios, según Dykins (2014), a menudo llegan a las comunidades ‘sin conocimiento de la historia, cultura y estilo de vida local.’ Solamente son conscientes de la presunta pobreza y la necesidad de la comunidad rural; y en cuanto al voluntariado, aliviar el problema de la pobreza a corto plazo – al repartir cosas materialistas - es suficiente para este tipos de voluntarios. 

Desde un punto de vista racional, no cabe duda de que eso resulta en una relación un tanto superficial como altiva donde los voluntarios occidentales juegan el papel de los donantes benevolentes mientras que los miembros de la comunidad se conviertan en los receptores agradecidos de la caridad. Por desgracia, hay que conceder que tales acciones bienintencionadas no erradican la pobreza dado que fallan en solucionar las causas subyacentes de la miseria: la falta de trabajo, la falta de educación y la falta de asistencia medicina. Sin embargo, ¿es justo categorizar todos los voluntarios internacionales como ‘volunturistas’ o existen otros que contradicen las opiniones de estos periodistas obstinados? 

Para llegar a la respuesta, se necesita agregar más contexto al tema y comenzar con UNICEF y sus Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En el año 2000, los líderes más poderosos del mundo se reunieron y el resultado de la reunión fue “La Declaración Milenaria”: un compromiso mutuo con el fin de mejorar las vidas de los personas más pobres del mundo (UNICEF, 2000). En concreto, hay ocho objetivos: erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo (UNICEF, 2000).  En El Reino Unido, International Citizen Service (ICS) es una de las ONG responsable de lograr estos objetivos. En resumen, ICS es un conglomerado de doce ONG que contrata, educa y manda voluntarios británicos a países en desarrollo para contribuir a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 

Al contrario de los críticos, organizaciones como ICS son conscientes de los realidades de la pobreza: saben que la mitad de la población mundial se sostiene con menos de $2.50 diario, que casi un billón de niños no pueden ni leer ni firmar su nombre y que más de 10 millones de bebés mueren cada año antes de cumplir cinco años  (Global Issues, 2014). Wearing y Lyons (2008) apoyan el trabajo de dichas ONG y  destaca: ‘el turismo voluntario’ no es una industria ni una actividad que sirve como un escape para los que quieren huir de su rutina diaria sino es una oportunidad para efectuar actitudes nuevas y positivas y para contribuir de forma positiva a la comunidad local’. Como consecuencia, los voluntarios que se inscriben para realizar el trabajo de dichas ONG son conscientes de los problemas del tercer mundo, y se juntan principalmente para hacer trabajo humanitario - no para irse de vacaciones (VSO, 2014). 

Asimismo, estos voluntarios aprovechan sus habilidades para complementar los objetivos de ICS: los constructores edifican escuelas y clínicas para curar a los enfermos y educar los iliteratos; los docentes enseñan a los profesores nativos cómo ser más eficientes en su trabajo, y los empresarios establecen rutas de turismo que crean empleos y traen dinero a la comunidad. Desde este punto de vista, parece que la situación es mucho más profesional y organizada de lo que cuentan Mohamud (2013), Elliot (2013), y Dykins (2014).

Sin embargo, no es suficiente argumentar contra los testimonios de Mohamud, Elliot y Dykins. Se tienen que desarmar sus argumentos de forma crítica. Comencemos con el defecto fatal: los argumentos de Elliot, Mohamud y Dykins se basan en experiencias personales del voluntariado y como las experiencias pueden variar considerablemente debido a su naturaleza altamente subjetiva, se convierten, entonces, en fuentes de información poco fidedignas. 

Pongamos como ejemplo una experiencia particular de Mohamud (2013) en la que señala: ‘los miembros de la comunidad hicieron la mayoría del trabajo, mientras los voluntarios extranjeros y él sólo lograron demorar el proceso con su inexperiencia y su torpeza’. Sin duda alguna, su desaprobación subsiguiente del voluntariado internacional en cuanto a esta mala experiencia parece muy ingenua – ¡casi tan ingenua como los voluntarios que va criticando en el resto de su artículo! 

Queda claro que Mohamud y Elliot no son voluntarios, son escritores, y,  la verdad, ¡casi hubiera sido mejor que explotasen sus habilidades enseñando inglés a los niños a en lugar de ‘perder tiempo construyendo casas’! La ironía es que se han convertido en las víctimas de sus propias reseñas: son ‘volunturistas’. La única diferencia entre ellos y los ‘volunturistas’ que se jactan de su experiencia, es que Mohamud y Elliot la critican e injustamente la asocian con todas las formas de trabajo voluntario, incluso el trabajo humanitario. 

Para ser un voluntario humanitario, la motivación ha de ser fuerte porque el sacrificio es considerable. El trabajo tiene lugar en condiciones difíciles, con poco confort, donde se presentan realidades trágicas (Ausenda y McCloskey, 2008). Como consecuencia, ICS tiene mucho cuidado al contratar a los voluntarios ya que cada uno cuesta más de 8,000 libras – incluyendo vuelos, alojamiento, comida y sanidad (ICS, 2014). 

Por suerte, las entrevistas escudriñadas aseguran que no haya puntos flacos en el equipo y que cada voluntario esté bien preparado para hacer una contribución significativa. Existen, naturalmente, muchos beneficios derivados como el intercambio cultural, la oportunidad de ver otro país, conocer otra gente y aprender un idioma nuevo (Wearing, 2002). No obstante, esas ventajas son secundarias frente al objetivo principal: hacer una contribución positiva que nos lleve a estar  más cerca a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 

Written by ICS volunteer Ramzi Ali.

Referencias: 

Ausenda, F. and McCloskey, E. (2008). World Volunteers. The World Guide to Humanitarian and Development Volunteering. Milan: Green Volunteers. 

Dykins, R. (2014). Gap years: Voluntourism – who are you helping? Available: http://www.telegraph.co.uk/travel/hubs/gapyear/11032507/Gap-years-Volunt.... Last accessed 17th Oct 2014.

Elliot, D. (2013). Giving Back: A Special Report on Volunteer Vacations. Available: http://www.cntraveler.com/stories/2013-01-15/volunteer-vacations-rewards.... Last accessed 17th Oct 2014.

ICS. (2014). International Citizens Service. Available: http://www.volunteerics.org/. Last accessed 17th Oct 2014.

Lyons, K. and Wearing, S. (2008). Journeys of Discovery in Volunteer Tourism: International Case Study Perspectives. Wallingford, Oxon, GBR: CABI Publishing. 8.

Mohamud, O. (2013). Beware the 'voluntourists' doing good. Available: http://www.theguardian.com/world/2013/feb/13/beware-voluntourists-doing-.... Last accessed 17th Oct 2014.

Shah, A. (2014). Causes of Poverty. Available: http://www.globalissues.org/issue/2/causes-of-poverty. Last accessed 17th Oct 2014.

Unicef. (2000). What are the Millennium Development Goals? Available: http://www.unicef.org.uk/UNICEFs-Work/What-we-do/Millennium-Development-.... Last accessed 17th Oct 2014.

Wearing, S (2002). Volunteer Tourism: Experiences That Make a Difference. Cambridge, MA, USA: CABI Publishing

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