Muchos de nuestros voluntarios/as ICS cuando llegan a Nicaragua no hablan el castellano. Este blog fue escrito por los/as voluntarios/as ICS después de haber pasado 12 semanas trabajando y viviendo en la comunidad de El Bramadero, y sirve como ejemplo del tremendo aprendizaje del idioma en 12 semanas. 

Holly Barber-Rowe

Recuerdo el día como si fue ayer. Ambas parecían nerviosas pero muy felices de estar aquí. Una de las chicas hablaba español perfecto pero la otra chica no hablaba español. Ésta estaba muy sorprendida porque su pronunciación fue extraña. Ellas estaban muy cansadas después de un largo día, así que ellas llevaron el equipaje y caminaron dentro de sus cuartos. La razón por la que recuerdo la primera semana en El Bramadero es porque ellas fueron muy atentas conmigo y todos los otros animales.

Ahora es evidente que ellas están como en familia, donde se hospedan. Ellas no juegan con nosotros o compartes sus comidas. Nosotros podemos dejar de existir porque la familia entera no se preocupan por nosotros.

Ellos comen todas sus comidas y nosotros nada. Estamos muy hambrientas y nosotros solo tenemos que escuchar como ellas cocinan todas las noches. Ayer oso murió y nosotros sabemos que fue por pasar hambre.

Ellas estarán regresando a Inglaterra pronto por lo tanto nosotros podemos disfrutar muchas comidas. Sin embargo, hay más voluntarios que llegaran pronto. Nosotros tenemos solo la esperanza que a ellos no les gusta la comida de Nicaragua porque entonces nosotros podremos comer todas sus comidas. Nosotros somos sabios y cerdo inteligentes que merecemos mejor tratamiento que estas chicas nos han dado a nosotros.

Charlie Shaw

Al inicio del proyecto, yo estaba asustado porque no podía hablar español. Había muchas experiencias nuevas, algunas buenas y otras malas. Las buenas son: Nuevas comidas, huevos orgánicos de los pollos del jardín, las frutas exóticas en los árboles cerca de mi cuarto.  Las malas son: El incendio en las montañas y el terremoto que me asustó mucho. Sin embargo, mi momento favorito fue cuando fuimos a las montañas y dormimos en hamacas para mi cumpleaños.

Estoy triste porque tengo que irme de Nicaragua y no quiero ir a Inglaterra. Estoy feliz cuando estoy con mis amigos del Bramadero. Ahora, me gusta ducharme afuera con agua fría. Puedo apuntar con mis labios, me gusta lanzar rocas a los animales y puedo beber fresco en bolsas plásticas.

Ahora, puedo entender por qué las personas del Bramadero les encanta el beisbol, hamacas, piñatas y chocobananos. Tengo muchos recuerdos graciosos, por ejemplo: Los perros calientes en nuestra clase de inglés.

Voy a Inglaterra este miércoles, usaré lo que he aprendido en El Bramadero y cambiaré mi estilo de vida en Inglaterra, pero, voy a estar feliz cuando no reciba un castigo cuando llego tarde a trabajar. 

No usaré mi teléfono todos los días. Estaré triste por no ver a don Joaquín porque el es gracioso y doña Dolores porque ella es muy afectuosa. Pero voy a dormir mejor en Inglaterra sin arañas, mosquitos, o ratones en mi cuarto.

Quiero agradecer por todos los buenos momentos que compartimos juntos.

Rob Cutting

Yo camino por la calle a comprar chocobanano porque tengo calor. Desde las sombras las voces me llaman ¡Oye, Luis! Cuando yo camino por las casas de El Bramadero.

La tienda no tiene chocobananos ¡Ay ay ay no hay chocobananos! Yo quería un chocobanano anoche y yo quiero uno hoy. Charlie fue a la tienda ayer y ellos tenían algo de chocobananos, pero hoy no tienen ninguno.

Yo hablaré con la tiendera sobre esta sequía de los chocobananos. La tiendera dijo “yo haré más para mañana”. “Está bien”, yo respondí.

Al siguiente día la tiendera me dio una sorpresa con mil chocobananos gratis para mí. 

Jamie Hall

La vida es un enigma maravilloso y aterrador en El Bramadero. 

Yo estoy viviendo en El Bramadero en casa de Janet. Yo vivía en Inglaterra en casa de mi madre. Yo vivré en Nottingham en la vivienda de estudiantes en la Universidad de Nottingham Trent.

Me gusta estar viviendo en El Bram, porque El Bram es un lugar agradable. Tu puedes caminar por la calle y todos dicen “Hola amigo, ¿cómo estás?”, “Adiós”, las personas en El Bramadero son muy simpáticas.

Hay muchachos en el parque del Bramadero a quienes les gusta beber mucha toña con sus amigos.

Mi padre hospedero, Sixto, le gusta beber en el parque, pero Sixto es diferente, Sixto es tan sabio como Leonardo Da Vinci, porque el es muy bueno construyendo muebles y cosas usando madera.

En Inglaterra yo esperaba cambiar el mundo porque iba a ser voluntario en Nicaragua. Pero ahora no estoy cambiando el mundo, estoy cambiando las vidas de las personas en El Bramadero y está bien porque todo lo que quiero es compartir felicidad con todo el mundo porque todos merecen felicidad también.

Compartir es vivir.

Cat Partridge

Días atrás llegando a Nicaragua yo estaba emocionada y nerviosa. No sabía el idioma de español y creía que la comunicación iba a ser muy difícil.

No sabía mucha información sobre la comunidad y de las personas pero eso me hacía muy feliz porque podría viajar por todo El Bramadero.

Después de tres meses viviendo en Nicaragua, yo ya no estoy nerviosa. Yo aprendí mucho español, e hice muchos amigos. Yo tengo una nueva familia, y una casa en Nicaragua.

Ahora yo estoy muy triste  porque yo no quiero viajar a Inglaterra. Yo extrañaré a todas las personas, también los deliciosos mangos y los tiempos de calor. Yo amo mi vida en El Bramadero, yo quiero quedarme tres meses más.

Cuando yo vaya a Inglaterra yo necesito buscar un nuevo trabajo porque yo estoy sin empleo. Yo me divierto mucho en el verano en Inglaterra y con suerte no había mucha lluvia en Inglaterra. Yo estoy planeando tener una nueva casa para mí y posiblemente, ser profesora de inglés y viajaré a otros países en Septiembre.

Yo quiero aprender cuando regrese más español, entonces cuando yo vuelva a El Bramadero, la comunicación no será un problema con mis amigos de Nicaragua. 

Escrito por los/as voluntarios/as británicos en El Bramadero

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